Herramientas

 

Ànima

Fotos: 10

A propósito de Anima……


Muerte sobre la muerte.


La vida y la muerte son espacios antagónicos que el hombre se esfuerza por diferenciar. Entre los humanos, la barrera que delimita el espacio de los unos y de los otros es una lápida. Los devolvemos a la tierra envueltos y protegidos para que esta no los integre en sus orígenes, rompiendo el ciclo natural. En el umbral de esta tierra de nadie o solo tierra de ellos, mantenemos la constatación de su presencia física ante la incertidumbre de nuestro recuerdo. Desconfiar de nuestra memoria es clave para entender como construimos la historia.


El plástico es la barrera para cosificar al animal alimento. El cadáver se convierte en objeto nutriente. Y es la mortaja transparente, en sustitución de su piel, la que nos permite ver su carne entre los reflejos de fluorescentes y sentir su fría consistencia como preludio de su ingesta.


Pero no solo el hombre se alimenta de carne. También de belleza y de conocimiento, a menudo enlazados por la experiencia casi mística de la ciencia, porque no hay nada mas hermoso que el descubrimiento y tan cruel como la investigación. Y todos sabemos que la belleza es frágil, efímera y huidiza. Difícil reto atraparla cuando nos negamos a reconocer que esta es hermosa por su delicadeza, por su misterio y por su brevedad. Curiosamente, el hombre, incapaz de capturarse a si mismo para preservar su bien más apreciado, captura la vida de otros seres para poseerla. El resultado, una colección de cadáveres, espejos desdibujados de lo que eran y de lo que, sin querer, seremos.


Hay un acto casi repetitivo en los colodiones de Lola Montserrat. Una segunda liturgia en el coleccionismo, sin disimulo de lo que son, sombras de lo que fueron. Incapaz de resucitar, la fotografía, les da una segunda oportunidad de vida eterna. Tan incierta e imperdurable como la primera, pero menos cruel e injusta. Una muerte sobre la muerte.


 


Faustí Llucià